Sobre nuestros canales de percepción

En esta lección se trata del sistema de percepción visual y auditiva. En la lección de la próxima semana profundizaremos en la percepción kinestésica, olfativa y gustativa.

Nuestros cinco sentidos son las puertas de nuestra inteligencia. La forma en que alimentamos nuestro cerebro con estímulos decide en gran medida cómo configuramos nuestra vida.

Experimentamos nuestro entorno a través de nuestros cinco sentidos: vemos, oímos, sentimos, probamos y olfateamos. Así que toda la información del exterior nos llega a través de nuestros sentidos. A menudo almacenamos esta información de la misma manera en que la hemos recibido: Así podemos ver imágenes internas, escuchar sonidos, recordar olores o un sabor, y también podemos revivir toques e incluso sentimientos en nuestra mente.

Recuerdos

Piensa brevemente en tu infancia, tal vez en la casa en la que creciste. ¿Qué tan bien te acuerdas de eso? ¿Qué es lo primero que te viene a la mente sobre tu casa familiar: ¿Es la imagen del edificio o escuchas el sonido de una voz familiar, o tal vez solo tienes un sentimiento que asocias con tu hogar? ¿Es un olor especial, tal vez el sabor de un plato o una bebida? ¿Cómo te acuerdas?

Todos recordamos de manera diferente. La forma en que recordamos está muy ligada a los sentidos que preferimos utilizar. Muchas personas ven primero una imagen de su casa familiar, mientras que otras recuerdan primero sonidos o sentimientos. Otras más recuerdan el olor. Así que recordamos al recuperar impresiones sensoriales y revivirlas en nuestra cabeza. En PNL se dice que representamos una experiencia a través de uno o más de sus canales sensoriales. Por eso, los cinco diferentes canales sensoriales también se llaman sistemas de representación.

Canal visual

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Comencemos con tu canal visual. Con la ayuda de la percepción óptica, puedes captar tu entorno desde cuatro aspectos: Color, forma, espacio y movimiento. Los colores se generan a través de la reflexión de la luz en diferentes superficies. Entrena tu agudeza visual reconociendo las diferentes tonalidades y diferenciando conscientemente matices sutiles. ¡Mira el mundo como un pintor!

Con la mirada de un diseñador, sigue la fascinante línea de objetos y siluetas con tus ojos. Identifica patrones visuales y observa cómo las diferentes formas afectan tus emociones. El milagro de la percepción espacial surge de la genial interacción de ambos ojos. En el cerebro se genera una sensación de la profundidad del espacio. Si cierras un ojo, puedes sentir de inmediato cómo tu percepción se aplana.

La frecuencia visual surge de la interacción entre tiempo y espacio. Tan pronto como observas un espacio estático en el contexto del cambio temporal, puedes reconocer movimiento. Las partículas atómicas nunca están en reposo: el estancamiento es una ilusión. La vida significa movimiento, tus ojos son capaces de seguir incluso los cambios más pequeños.

Canal auditivo

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Ahora cambia la frecuencia de tu percepción. Ahora ya no son las reflexiones de la luz, sino las ondas del sonido. El camino hacia la realidad auditiva pasa por los oídos. A diferencia del sistema visual, el sistema auditivo capta todas las direcciones al mismo tiempo. Los sonidos también nos alcanzan en la oscuridad de la noche.

El mundo moderno te ofrece dos tipos de estímulos auditivos: los auditivo-tonales y los auditivo-digitales. Los estímulos tonales son sonidos, ruidos, música o el tono de las palabras habladas, es decir, cualquier tipo de "sonido". Pueden ser escuchados y entendidos directamente por cualquier ser vivo. Los estímulos auditivo-digitales, en cambio, solo pueden ser entendidos por personas que tienen un sistema de decodificación correspondiente en su cerebro. Solo quien ha aprendido el idioma ruso puede decodificar el significado de las palabras rusas. También necesitamos el sistema auditivo-digital para leer: La recepción de la información escrita ocurre a través del canal visual, pero las palabras leídas son caracteres digitales, deben ser decodificados auditivamente.

La vida humana ocurre en un mundo dinámico de cuatro dimensiones, y la evolución ha tardado millones de años en que nuestro ojo pudiera captar estas coordenadas de manera tan efectiva. Utiliza tu sensor visual de alto rendimiento de manera consciente y asegúrate de que su capacidad se mantenga el mayor tiempo posible, entrenándolo de manera amorosa, sistemática y regular. En la próxima lección nos ocuparemos de los canales de percepción que faltan: