Tipos de reencuadre

Se distinguen dos tipos de reenfoques:

A. Reenfoque de contexto: Clasificación de un comportamiento no deseado en un contexto adecuado y encontrar un nuevo comportamiento adecuado para el anterior "contexto del problema".


“Un ejemplo: Un padre llama a su hija testaruda. El terapeuta dice: Imagina que tu hija está siendo acosada por un hombre. ¿No sería muy útil que ella fuera testaruda en ese momento?” El propósito terapéutico de esta intervención es ayudar al padre a desarrollar un sentimiento positivo hacia la característica rechazada.




Los reenfoques de contexto son apropiados cuando en la representación lingüística del problema por parte del cliente aparece una comparación que tiene la forma: "Soy demasiado X" o "Él/ella es demasiado X". En este caso, hay una generalización, ya que la característica rechazada se considera incorrecta en todos los contextos imaginables. Al encontrar un contexto en el que la característica es adecuada y útil, el terapeuta revierte la generalización y la reemplaza por una "expresión" contextual.

B. Reenfoque de significado (= Reenfoque de contenido): Encontrar un significado "más adecuado" para el comportamiento percibido como problemático = otra perspectiva sobre el mismo fenómeno.

Ejemplo: Una madre se molesta por las huellas de sus hijos en la alfombra. Las huellas en la alfombra tienen para ella el significado: "Nadie me respeta." Un nuevo significado podría ser: Las huellas en la alfombra significan: "Las personas queridas están en casa."
El reenfoque de significado se utiliza cuando en el modelo lingüístico del cliente aparece una expresión que tiene la forma de una equivalencia compleja: "Me siento x, cuando y sucede" → se puede representar como: "x significa que debo sentirme y".

En PNL también existe la útil suposición de que estamos compuestos por muchas subpersonalidades que viven en forzada relación bajo la misma piel. Cada parte intenta alcanzar su propio objetivo. Cuanto más se puedan conectar estas partes y trabajar en armonía, más feliz será la persona. Sin embargo, a menudo hay conflictos entre las partes, aunque cada parte tenga una intención positiva.

Ejemplo: Fumar es malo para el cuerpo, pero te relaja, te mantiene las manos ocupadas y mantiene amistades con otros. Dejar de fumar, sin considerar estas otras necesidades, deja un vacío. Para citar a Mark Twain: "Dejar de fumar es fácil. Lo hago todos los días." En lugar de dejar hábitos con fuerza de voluntad, aquí queremos encontrar un camino de aprecio por el comportamiento parcialmente inapropiado.


Cuando el cliente tiene un síntoma o comportamiento que desea apagar su conciencia, por ejemplo, fumar, morderse las uñas, compulsión por lavarse, sentimientos no deseados, ataques de ira, problemas de concentración, estados depresivos, etc., es recomendable aplicar el Six-Step-Reframing. Sin embargo, debe asegurarse que la intención positiva que está detrás del comportamiento original se garantice mediante un nuevo comportamiento que sea igualmente bueno o mejor, igual de fácil o más fácil, igual de seguro o más seguro y igualmente efectivo o aún más efectivo que el comportamiento problemático.

Fases del Six-Step-Reframing:

1. Identifica el patrón (X) que debe ser cambiado: Quiero dejar X, pero no puedo. Quiero hacer Y, pero algo me detiene.

2. Establece la comunicación con la parte que es responsable del patrón. ¿Se comunicará la parte de mí que me lleva a X en la conciencia? Presta atención a todo - sentimientos, imágenes, olores, tonos - lo que sucede internamente como respuesta a esta pregunta. Establece el significado de la señal de "sí/no". Deja que la claridad, el volumen o la intensidad aumenten para sí y disminuyan para no.

3. Separa el comportamiento, el patrón X, de la intención positiva de la parte que es responsable de X. El comportamiento no deseado es solo un modo de alcanzar una función positiva específica. Pregunta a la parte responsable de X: ¿Estarías dispuesto a hacerme saber en la conciencia qué intentas hacer con el patrón X? Si obtienes una respuesta afirmativa, pide a la parte que comparta su intención. Si obtienes una respuesta negativa, continúa con el reenfoque inconsciente, con la premisa de una intención positiva. ¿Es esta intención aceptable para la conciencia? ¿Quieres tener una parte que ejerza esta función? Pregunta a la parte responsable de X: Si hubiera formas de ejercer tu función positiva tan bien o mejor que con la ayuda de X, ¿estarías interesado en probarlas?

4. Accede a una parte creativa y genera nuevos comportamientos para ejercer la función positiva. Haz accesibles experiencias de creatividad y ancla estas o pregunta: ¿Eres consciente de tener una parte creativa? Deja que la parte responsable de X le comunique a la parte creativa su función positiva, permite que la parte creativa genere más posibilidades para ejercer esta función y deja que la parte que era responsable de X elija entre estas posibilidades tres que sean al menos tan buenas como X o mejores. Deja que envíe una señal de sí cada vez que elija una alternativa así.

5. Pregunta a la parte: ¿Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de usar las tres nuevas alternativas en el contexto correspondiente? Esto también asegura un puente hacia el futuro. Además, puedes pedir a la parte en el nivel inconsciente que identifique las señales sensoriales que activan las nuevas opciones, para experimentar completamente cómo es cuando estas señales sensoriales traen automáticamente cada una de las nuevas opciones.

6. Chequeo ecológico: ¿Alguna de mis partes tiene algo en contra de las tres nuevas alternativas? Si hay una respuesta afirmativa, vuelve arriba al paso 2.